LA CERA Y EL LADRILLO.
Sostenían
interesante plática la cera y el ladrillo, cuando aquella le pregunto al ladrillo:
“Quien
te hizo tan duro”?, sería muy feliz si tuviera tu dureza.
-“El fuego”- le contesto austeramente el
ladrillo, me endureció cociéndome durante ocho largos días.
Al
escuchar esto, la cera sin vacilar se arrojó a un horno encendido y rápidamente
se derritió convirtiéndose en humo.
Anonimo
Interesante moraleja, a veces nos precipitamos y hacemos cosas sin medir las consecuencias. Cuesta conocer bien cuál es nuestra esencia.
ResponderEliminarSaludos cordiales y buen fin de semana.
Gracias genessis por tu amable visita y gentil comentario.
Eliminarabrazos.
Hermosa prosa poética, Chogüi, que hace reflexionar y meditar que cada persona debemos de ser nosotros mismos, sin tratar de parecer lo que no somos... la envidia, es una enfermedad muy generalizada, para la que no hay más antídoto, que lo que le ocurrió a la cera... desaparecer hecha humo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz domingo.
Gracias estimada Angeles por tu gentil visita y amable comentario.
ResponderEliminarAbrazos.
Buenisima teoria Chogüi, no para todos es conveniente el mismo camino, para algunos es mejor que se hagan humo!!!
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